Desde el maravilloso Lago Rosa nos dirigimos hacia el primero de los Campamentos Solidarios. Queríamos hacer la moto de Eduard realidad, por eso el hagstag Women2Bassari que es el lugar donde nos encontraremos con él.  trás quedaba la entrada en Senegal, tras la mala experiencia en Mauritania.

Pero antes de llegar a nuestro destino principal, el Campamento Solidario de Badian en la región Bassari de Senegal, nos esperaba Tafa en la ciudad de Mbour, él sería nuestro guía hasta el campamento. Dejamos la moto en la puerta de la Perfectura del puerto y, nuestro ya querido Tafa, nos condujo entre los puestos del mercado para dejarnos pasmadas frente a la orilla.

Women2Bassari: la visita a Mbour

Allí contemplamos un increíble espectáculo: cómo llegan los enormes cayucos hasta la orilla cargados de capturas, cómo los arrieros meten sus caballos hasta la grupa al lado de estos barcos y cómo descargan rápidamente lo pescado sobre barras de hielo dentro de los carros, para que no se estropeen.

El espectáculo es brutal. Las capturas se separan en montones desordenados sobre la arena, unos metros hacia tierra firme, las mujeres pelan, limpian, pican, secan el pescado. Pez martillo, pez espada, todo tipo de tiburones grandes y pequeños. Doradas, sardinas…y un montón de tipos más de pescados que no consigo reconocer.

El pescado de los días anteriores, el que no se ha vendido, espera para secarse como el bacalao o ahumarse y ser transportado hasta el interior del país en estas condiciones. Los hombres jóvenes, desde la orilla y amontonados con palos como estandartes, levantan sus manos para que les llamen a cargar, otros llevan sobre sus cabezas cajones llenos de mercancía mezclada con sudor, hielo y arena. En una hora salimos de allí y continuamos hasta el primero de los Campamentos Solidarios.  El de Faoye.

Women2Bassari: la llegada a Faoye

Condujimos entre camiones pestilentes, coches destartalados de modelos que hacía más de diez años no se ven por nuestras carreteras españolas, vehículos a los que perseguía una densa nube negra que salía por su escape y nos hacía guardar la respiación hasta adelantarlo. Y aunque nos confundimos en una ocasión de desvío, conseguimos dar con el correcto.

La pista para llegar al campamento era muy sencilla firme rojo y duro y tierra suelta por encima. El campamento está a orillas del agua, en lo que hace años eran manglares. Digo eran ya que debido a la extracción de las ostras se ha perdido. Estos moluscos que crecían bajo las raíces de  los arbustos que forman el manglar, se sacaban cortando estas y dejando morir a la planta.

Las raíces regulaban la salinidad de unas aguas con mareas, las del manglar, que al no seguir vivas, y filtrar, se han salinizado haciendo morir a todo lo que allí habitaba.  Ahora los pueblos de alrededor viven de la sal, en condiciones muy duras con un desierto que les rodea.

Allí visitamos la obra social que hace Campamentos Solidarios, las escuelas, las pequeñas cooperativas de mujeres empoderadas gracias proyectos como las escuelas de costura o el alquiler de sillas y mesas para eventos. Al otro lado del manglar visitamos otra pequeña población, esta necesita un puente para que lleguen los carros con el material necesario para la vida corriente, tienen aún más necesidades que sus vecinos de enfrente. Podéis saber más sobre Campamentos Solidarios pinchando aquí.

Women2Bassari: el sábado en Badian

Después de dos días de visitas de pueblos, escuelas, liceos y agrupaciones de mujeres, partimos hacia Badian, otro de los campamentos solidarios donde por fin, nos encontraríamos con Edouard. Teníamos muchas ganas de conocerle. Ya nos habían advertido que es una persona muy seria y que quizás no esbozaría ni una sonrisa…la procesión va por dentro, pensé yo.

Pero en contra de lo que predijo Alvaro desde Madrid, Edouard nos recibe con una amplia y mellada sonrisa. Nos dice que está muy contento, muchísimo, de poder hacer su sueño y necesidad realidad. Por fin, va a conseguir materializar esos 10 años pidiendo un medio de transporte: las 50 familias que dependen de él, un jefe Bassari, estarán mejor atendidas que nunca. Los lazos entre familias, los avisos, las noticias de nacimientos y fallecimientos, llegarán casi al instante gracias a su moto.

La espera en la tienda de motos se hace eterna, tienen que rellenar  la batería, lubricar la cadena, comprobar la presión de los neumáticos, montar la maleta trasera y elegir el casco (bueno, no había mucho donde elegir). Con la ayuda de un montón de personas al «otro lado de las redes» hemos reunido poco más de 2.000 euros. Hemos comprado neumáticos y cámaras de repuesto, una botella de 5 litros de aceite, pagado la matriculación y todo el papeleo.

Women2Bassari: moto, dientes y un bebé

Por fin tenemos las llaves y Raquel y yo, frente a la cámara de nuestro móvil, hacemos entrega de ellas al feliz Edouard. De parte de todos vosotros; los que habéis ayudado con vuestras donaciones, a las empresas que han donado su material para el sorteo entre los donores como: 5Special, ByCity, Bihr, Pirelli, RuralkaOnRoad…

A otras que nos han ayudado con alojamientos como BTheTravelBrand y su oficina de #XperienceMAdrid y como no, a Campamentos Solidarios, que nos están acogiendo durante el camino, haciéndonoslo más sencillo y económico, con el contacto directo que da el acercarnos los problemas de las personas de esta parte del mundo.

El sábado no terminó así, aun nos quedaba mucho más. Primero una fiesta Bassari en el poblado de Edouard en la que las máscaras bailaban bajo la luz de las estrellas. El polvo, el vino de palma y mujeres y hombres borrachos de alegría, nos dieron un bonito espectáculo que ya nunca olvidaríamos.

Women2Bassari: las fiestas de celebración

Pero aquí no terminaba la cosa. En «nuestro» campamento, nos esperaban más sorpresas. Un grupo de dentistas españoles, que componen la ONG Senegal Sonríe, acababa de llegar en una furgoneta. Ellos revisan durante varios días y en diferentes campamentos, la boca de unas 50 personas cada jornada. Les echamos una mano (básicamente esterilizando el material) y alucinamos con su energía, buen rollo y ganas de currar.

A Edouard, que cada año evita acercarse al campamento cuando llegan los odontólogos, le organizamos una emboscada y acabó en la silla de las prótesis, con dientes nuevos. A la vez, su mujer daba a luz a su octavo hijo, un varón. La visita de los españoles este año nunca la olvidará. Y ahí su foto, por fin con dientes y sonriendo sin vergüenza.

Una noche más de fiesta, esta vez más animada al estilo Malenke, tambores, danzas junto a la hoguera y «cola-cao español»  ponían punto y final a esta experiencia en Badián. En el Campamento Solidario de Seleki, el siguiente al que vamos, se avecinan nuevas experiencias, que pronto compartiremos con vosotros..

Si quieres seguir ayudando a Eduard y Campamentos Solidarios, enterarte de su historia, puedes pinchar aquí. 

Recuerda: deja tu comentario, los blog se nutren de ellos.

 

 

Alicia Sornosa

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